Por calles tranquilas

Cada vez que comento que voy en bici al trabajo (de Alicante a San Vicente del Raspeig) la gente me suele preguntar o preocuparse por el peligro que implica. 

Creo que me imaginan circulando entre masas de coches furiosos o al menos piensan en algo así:

Un ciclista valiente (ver fuente)

En realidad no soy un ciclista valiente, ni lo quiero ser.  La última vez que he hablado sobre este peligro ha sido hoy, así que he pensado en hacer un pequeño reportaje fotográfico de mi vuelta del trabajo en bici. Aquí está (hoy, 7 de mayo de 2015, entre las 18.00 y las 18:40):

1) Salida del Campus de San Vicente, un espacio casi idílico para las bicis, como alguna vez comentaré:

En el Campus no hay coches, sólo personas caminando y bicicletas.
La circulación de vehículos a motor es perimetral, como en las propuesta de crear "supermanzanas"

2) Salida del campus por el puente a la zona de ampliación del Campus (otro proyecto caro con poco uso)

En esta zona sólo circulan los vehículos de seguridad del campus y
la lanzadera (el minibus) con el tren de cercanías (no coincido con ninguno de ellos al pasar)

3) Camino que une el Campus con el barrio de Rabasa

En unos 10 minutos de trayecto me adelanta una moto

3) Pasado el cuartel de Rabasa, me adentro en el barrio del que recibe el nombre, caracterizado por su baja densidad, la limitación de 30 kilómetros hora y sus calles tranquilas:

En Rabasa no me encuentro con coches, sólo con unos vecinos hablando en la puerta de su casa

4) Alcanzo la zona con más tráfico, a la altura de la Vía Parque (Avenida de Jaime I y Juan Pamblanco Ayela), para continuar después por la calle con los semáforos más innecesarios de toda la ciudad: calle Médico Ricardo Ferré.

En este tramo me adelantan una decena de coches, todos lo hacen correctamente en esta ocasión, guardando la distancia de seguridad, aunque en algún caso sospecho que la velocidad excede los 50 Kms/h reglamentarios. La calle tiene aspecto de carretera en su mayor parte y no hay ninguna medida para el control de la velocidad. En todo Médico Ricardo Ferré -cuarta foto- no me encuentro con ningún coche en esta hora, en cualquier caso, la calle tiene tres carriles en cada dirección.

5) Cambio de chip, al llegar al Puente Rojo me adentro en el terreno de los peatones. En esta zona no hay conexión para las bicicletas con el otro lado de la ciudad que queda dividida por las vías del tren:

Pese a su estado, tiene su belleza. Se lo quieren cargar.
No encuentro a nadie paseando a esta hora por él.

6) Llego a la zona más urbana (calle Manises, Ausó y Monzó y Princesa Mercedes). Esta zona prácticamente sólo soporta el tráfico de los propios vecinos, desde que se suprimió el paso a nivel para vehículos a motor, así que tampoco me adelanta ningún coche:

En la primera foto estoy en medio de la calle, 
ya que no vienen coches, para hacer la foto.

7) Llego finalmente a Benalúa, donde tampoco hay mucho tráfico hoy:

La primera foto es de la Avenida de Aguilera, en la cual entro desde Princesa Mercedes, por lo que no encuentro tráfico ya que está retenido por el semáforo. La siguiente calle es la de los Doscientos, con su zona azul, finalmente paro en Foglietti para comprar fruta en una tienda. Posteriormente seguiré callejeando hasta casa.

Resumiendo, excepto en la zona de la Vía Parque, que por su diseño más que una calle es una carretera que atraviesa la ciudad, no he tenido en ningún momento ningún coche detrás de mí o que me adelantara. En la Vía Parque podría haber optado por circular, en el primer tramo, por la acera (lo que está prohibido) y después por una ciclo-acera de una calidad ínfima - firme rugoso y ondulante, estrecha, bidireccional, serpenteante, agrietada- y todavía habría evitado más el tráfico motorizado, hasta el punto de no haber lidiado en absoluto con el mismo durante los aproximadamente 8-9 kilómetros de recorrido. Todo el trayecto se hace en 30 minutos aprox. pedaleando suavemente, por ser de bajada y con pocas paradas (hoy he tardado unos 10 minutos más por las fotos y la compra de los plátanos). 

¿He tenido suerte?. Creo que no. La clave ha sido la elección del recorrido por calles sin tráfico y quizá el hecho de que se trataba de una hora tranquila. No me ha parecido que me la estuviera jugando en ningún momento. El recorrido apenas cuenta con infraestructuras ciclistas y, cuando las tiene, me parece más peligroso usarlas*.  Si se adaptara adecuadamente para la circulación de bicicletas (y de coches), el riesgo sería nulo. 

*****************

* Es especialmente preocupante el carril bici en la calle Foglietti por su estrechez, por la falta de espacio lateral para el adelantamiento de coches, porque no eres visible en los cruces al circular obligatoriamente por un lateral y porque el carril es frecuentemente atravesado por peatones que no perciben las bicis. Es grave tener que indicar que los momentos más peligrosos para las bicis en este trayecto se relacionan con el uso de sus escasas infraestructuras ciclistas, pero es la impresión que me queda. Me produce una gran lástima. Es cierto que otras intervenciones sí que han permitido mejorar la seguridad, pero no las que encuentro en este trayecto.

*****************

P.d. 8 de mayo 2015. Hoy me han preguntando por los tiempos y la distancia. Como he vuelto a hacer el trayecto hoy, he puesto el GPS en el móvil. Indica 9.39 km., tiempo total 28m:17s. Velocidad media 19.9 km/h. 325kcal. 109m de desnivel (descenso).  A diferencia de ayer no he parado para hacer fotos o compras, he parado en dos semáforos y me han adelantado 6 coches (correctamente) en todo el trayecto (todos en la Vía Parque).