La publicidad está en horas bajas. Los presupuestos ya no dan ni para contratar creativos. Una buena muestra de ello es el último anuncio de una famosa casa de coches. Si tienes curiosidad está aquí. El spot usa como texto un proverbio chino (no, tampoco se han inventado el texto) que parece decir algo así:
"El dinero, puede comprar una casa, pero no un hogar (...) Puede comprar un reloj, pero no el tiempo. Puede comprar un libro, pero no el conocimiento (...) Puede comprar el sexo, pero no el amor."
El cierre del texto es "Puedes comprar un coche" y nombra a continuación el coche en cuestión.
Lo cierto es que compres el coche que compres estarás expuesto a las mismas posibilidades de movilidad. Te enfrentarás a los mismos atascos, a las mismas velocidades medias de circulación, a los mismos semáforos, etcétera, e incluso, a las mismas pautas de inmovilidad (los mismos problemas para encontrar aparcamiento).
Esta puede ser una de las claves que explica la euforia que experimentan los que pasan a la bicicleta. Descubren otra movilidad, y a qué precio. Es más, con lo que ahorras, por ejemplo, si compraras el coche del anuncio, te daría para pegarte un año entero alojado en un hotel, pagar el alquiler durante años, comer en restaurantes a diario durante varios años o tomarte un largo sabático o lo que quieras hacer.
"El dinero, puede comprar una casa, pero no un hogar (...) Puede comprar un reloj, pero no el tiempo. Puede comprar un libro, pero no el conocimiento (...) Puede comprar el sexo, pero no el amor."
El cierre del texto es "Puedes comprar un coche" y nombra a continuación el coche en cuestión.
Lo cierto es que compres el coche que compres estarás expuesto a las mismas posibilidades de movilidad. Te enfrentarás a los mismos atascos, a las mismas velocidades medias de circulación, a los mismos semáforos, etcétera, e incluso, a las mismas pautas de inmovilidad (los mismos problemas para encontrar aparcamiento).
Esta puede ser una de las claves que explica la euforia que experimentan los que pasan a la bicicleta. Descubren otra movilidad, y a qué precio. Es más, con lo que ahorras, por ejemplo, si compraras el coche del anuncio, te daría para pegarte un año entero alojado en un hotel, pagar el alquiler durante años, comer en restaurantes a diario durante varios años o tomarte un largo sabático o lo que quieras hacer.
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