Beatles Bike

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miércoles, 28 de octubre de 2015

El ángel de la guarda de Opel

He visto este anuncio de Opel en la tele. Describe la siguiente historia: un coche, ocupado por una pareja, conducido por él, circula por un camino por el bosque, se cruza un ciervo, dan un volantazo, chocan contra un árbol y se pone en marcha un servicio de teleasistencia, la mujer pregunta aturdida y el hombre, seguro, sonriente, dominando la situación, explica que es su "ángel de la guarda", ella se siente confortada por tanta protección.


El impacto es fuerte, va precedido de un violento frenazo, volantazo, transmite velocidad, saltan los airbags (la recreación es propia de una película de acción) y se puede entender que el servicio de teleasistencia es una garantía de seguridad frente a imprevistos, especialmente cuando pierdes el conocimiento, estás aislado o el coche queda inservible.

También se puede leer la escena de otra manera: un tío conduce a una velocidad inadecuada para las condiciones de la vía (estrecha, sinuosa, sin pintura). Va confiado pues le han convencido de que se mueve en un vehículo seguro (con airbags, teleasistencia, control de estabilidad, ABS, etcétera). No disfruta del camino, ni del bosque, ni de la compañía, porque está ocupado expresando su virilidad mediante la asunción de riesgos estúpidos. Como resultado, se da un tortazo tremendo, habiendo podido causar daños serios a su pareja (al menos de tipo cervical) [por cierto, el tipo sonríe y ni le pregunta cómo está después de haberle provocado semejante "accidente": todo un ejemplo de educación sentimental masculina].

Podemos imaginar la escena rebajando el nivel de masculinidad casposa. Conduce cualquiera de los dos, van despacio por el bosque, se encuentran un ciervo, frenan, no hay volantazo, no hay servicio de teleasistencia, lo miran, le hacen una foto. No hace falta ángel de la guarda pues saben cuidarse solos.

Me imagino la escena en bici, pero con toque cavernícola. Una pareja va por el campo, él empieza a hacer el cabra y no le pasa nada, pero se despista al ver un ciervo y se cae o se la da contra un árbol al que no le ocurre nada. Él recibe un golpe contra el manillar (sí, ahí). Ella se muere de la risa o quizá se calla, pero murmura, "por hacer el gilipollas". Hace una foto mientras se retuerce. Él, entre lamentos, alcanza a decir que no la envíe por el whatsapp a los amigos (sin saber que no hay cobertura).

Manillar (Fuente)

Hay más historias posibles. ¿Cuál es la tuya?

Fuente
 

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