Beatles Bike

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jueves, 26 de diciembre de 2013

Baikido in everyday life

Esta entrada cambiará tu vida: piensa baikido (enlace). ¿Tienes conflictos en el trabajo?. ¿Te ponen de los nervios las comidas familiares de estas fiestas?. Usa lo que has aprendido sobre la bici para resolverlos.

Como todo el mundo sabe, la práctica del Aikido - el camino de la energía y la armonía - se inspira en el mundo de la bicicleta. Esta disciplina fue desarrollada por Morihei Ueshiba (1883-1969) años después de la invención y popularización del ciclismo. Como es conocido, pretende trasladar al mundo de las artes marciales las enseñanzas provenientes de la práctica del pedaleo.

Cuando en 1977 Terry Dobson y Victor Miller publicaron su "Aikido in everyday life", no hicieron más que inspirarse en mi famosa obra "Baikido in everyday life".  Es cierto que por aquella época yo no era más que un concebido recién nacido prácticamente incapaz de hablar y todavía menos de escribir, pero lo importante, como se encargara de señalar en 2013 el teólogo dadaísta Alberto Ruiz, es que el potencial de aquella obra ya estaba en mí, es decir, no hicieron más que plagiar mi obra en proyecto.

Si copiar de lo ya escrito comporta inevitablemente errores, mucho más común es que los errores se produzcan cuando lo que se copia son obras inspiradas no escritas como el Baikido. Es decir, Dobson y Miller cometieron una serie de imprecisiones graves de interpretación que trato ahora de enmendar por el bien de la humanidad, como siempre o, para ser más exactos, de la escueta minoría que me lee.

En el aikido se busca reintepretar las situaciones de conflicto. Este no es concebido como necesariamente negativo y como una situación en la que el resultado inevitable es contar con un vencedor y un perdedor. La idea principal es resolver el conflicto de manera positiva, sin buscar la aniquilación o victoria sobre el oponente. Como veremos a continuación, esta forma de entender el conflicto es natural para quienes ruedan.

El problema de las artes marciales, aunque sea un arte marcial no violenta como en este caso, es que siguen observando el conflicto como un enfrentamiento por una misma meta entre dos partes (también ocurre fuera del mundo de las artes marciales en terrenos como el del ajedrez, la oca, el fútbol o el póker). El baikido - la ruta en bici de la energía y la armonía- supera esta perspectiva al incluir tres elementos que relativizan esta definición a) puede no haber enfrentamiento; b) las partes pueden estar enfrentadas, pero no perseguir una misma meta; y c) puede haber más partes.

Conflicto, ¿lo hay o no lo hay?
Aquí es necesario indicar categóricamente que el conflicto haberlo, haylo, pero no siempre. Cuando pedaleas, sencillamente pedaleas, haces tu vida, sigues tu camino. En un mañana cualquiera te puedes cruzar con varios ciclistas, ninguno compite o está en conflicto contigo, sencillamente van a sus trabajos, trabajan en sus bicicletas, pasean, van a comprar, hacen deporte o muchas más cosas. La bici se puede emplear para cualquier cosa. Fluye y deja fluir, que ruede el ki por aquí y por allá.

¿Perseguimos las mismas metas?
Incluso en los contextos más competitivos, cuando existe un premio, es posible que no persigamos las mismas metas. Pongamos el caso de la competición ciclista por antonomasia: el Tour de Francia. Se trata de la competición ciclista más importante del mundo y, sin embargo, cada uno hace su carrera. Unos pocos, en realidad los menos, buscan ganar el maillot amarillo, otros hacer podio, otros son felices con entrar entre los diez primeros, muchos buscan una victoria de etapa, otros hacerse ver, otros luchan por alguno de los maillots de la regularidad, combatividad, montaña o mejor joven, por ser el mejor equipo, otros quieren acabar, otros son felices por haber empezado un tour  (aunque no lo acaben), hay quien busca ser el farolillo rojo (la organización del tour tuvo que desarrollar complicadas normas para que la lucha por ser el último del pelotón fuera lo más deportiva posible). ¿No se parece esto al conflicto que nos encontramos en la vida cotidiana?.

¿Cuántos contrincantes hay?
En los juegos más elaborados, como las damas chinas, se llega a seis contrincantes. En el caso del ciclismo el número de contrincantes es variable. Además si admitimos que algunos son contrincantes y otros no y que otros pueden serlo y dejar de serlo, o lo contrario, el juego y sus reglas son muy complicadas. Pongamos por caso una salida ciclista normal por ciudad. Te encontrarás con ciclistas, peatones, motos, coches, camiones, autobuses, policías o guardias civiles, animales domésticos y si vas un poco por el monte (perdices, conejos, venados, etc.). ¿Cuántos con contrincantes?. ¿Cuántos van a su rollito?. En el ciclismo de competición se puede observar que muchos de esos contrincantes además, pueden pasar a convertirse en aliados, precisamente porque persiguen metas complementarias o porque les caes simpático. La vida también es así.

Las técnicas del baikido (los attack-tics)
Repasemos ahora algunos de los "attack-tics" que proponían Dobson y Miller.

- Uno de los recursos clave en un enfrentamiento puede ser hacer tiempo. Esto se emplea, por ejemplo, en el aikido o en el ajedrez, pero el invento es, por supuesto, muy ciclista. No hay más que ver las carreras en pista o cuando en una etapa en línea dos ciclistas llegan solos y con tiempo a meta. Literalmente pueden llegar a quedarse parados sobre su bicicleta, esperando que el contrincante se mueva primero y aprovechar su energía.

Observa este vídeo entre el minuto 1:00 y 1:40

- No hacer nada. Es parecido a esperar, pero no es igual. Es un gran recurso para la vida cotidiana, aunque sin exagerar. Por ejemplo, mi amigo Mariano confiaba en que los hilillos de plastilina que manejaban sus hijos merecían aplicar la estrategia de no hacer nada y al final todo se puso perdido de plastilina. Recuerda que debes encontrar el centro y estar alerta para saber que estrategia emplear en cada momento. Si te encuentras alejado del centro y preocupado por cuestiones ajenas al conflicto que tratas de transformar no podrás aprovechar las enseñanzas del baikido, aunque creas que te gusta la bici, como a mi amigo Mariano. En la bici, hay veces que lo mejor es no hacer nada, por ejemplo, esta práctica suele ser muy recomendable en el ciclismo urbano, cuando te enfrentas un conductor iracundo que te insulta, pita, etc. Podrías intentar hablar, enfrentarte u otros, pero seguramente lo más práctico es no hacer nada: aprender a pasar.

- Una estrategia distinta (no contemplada por Dobson y Miller) es buscar apoyos. No estás solo. Puedes ver un buen ejemplo aquí. En esta historia hay un rival claro (un energúmeno violento), pero otros conductores de coche acuden en auxilio de los ciclistas y acaba el conflicto. Ole.

- Otro de las estrategias clave es la retirada. Esta opción no se suele contemplar en la cultura sobre el conflicto ibérica. La mejor metáfora sobre la negativa ibérica a aplicar esta propuesta es probablemente el cuadro de Goya "Duelo a Garrotazos" donde se anula simbólicamente la posibilidad de huir o de esquivar los golpes al enterrar en el suelo a los dos enemigos (aquí no se puede hablar de rivales o contrincantes porque el conflicto se define de tal manera que anula la posibilidad de transformación). La retirada se puede emplear sencillamente para evitar un ataque (esquivándolo) o de forma más completa. Si en una lucha abandonas, se suele interpretar como una renuncia (aunque sea para evitar males mayores). Pero qué ocurre en el caso de la bici. Recuerda que estás montado sobre un vehículo rápido que te puede llevar muy lejos, tienes el horizonte como destino, retirarse es algo más que rehuir el conflicto, es buscar tu camino.

Goya, Duelo a Garrotazos o La Riña

- Negociar. Es una fórmula habitual para resolver un conflicto. En el caso del ciclismo de competición se aplica de forma cotidiana, por ejemplo, es frecuente que entre los ciclistas se pacten repartos "me ayudas a ganar la etapa y te ayudo a ganar el tour" o, incluso "¿cuánto dinero quieres a cambio de que me lleve la victoria en el campeonato del mundo? (según relata Astarloa). Aquí Dobson y Miller creo que también limitan la opción. Si el conflicto es complicado, antes de negociar, puede valer la pena dedicar un tiempo a conversar, sin negociar nada, escuchándose, sin interrumpir. Esta idea tampoco forma parte de la cultura ibérica del conflicto. La bici es un lugar perfecto para hablar con alguien, durante horas. Si alguna vez quieres que alguien te escuche y escucharlo, pactad un largo paseo en bicicleta por una zona tranquila. Ya negociaréis después.

- Confluencia. Es un principio difícil de asir. Consiste en realidad en una mezcla de ideas. Incluye desde la empatía con el rival hasta contribuir a que desaparezcan los motivos que impulsan su ataque. En el mundo del ciclismo urbano se puede aplicar en las situaciones más variopintas. Imagina que has decidido usar la acera y un peatón te lo recrimina. Una opción muy sana es darle la razón y disculparte. Si la ocasión se presta, puedes explicarle las precauciones que has adoptado para no resultar peligroso (pero sólo si son ciertas, no si las empleas como excusas). Esto se puede usar mucho en tu vida cotidiana.

- Si agotadas las opciones anteriores, decides competir, puedes aprovechar la energía del rival. Esta estrategia es clave en el ciclismo. En pocas actividades se obtiene tanto beneficio al aprovechar la energía de los rivales como en el ciclismo. Es más, es una de las actividades donde ser el primero apenas aporta beneficios. Se empieza a conseguir coste-efectividad a partir del segundo puesto y de ahí en adelante. Si se pedalea en pelotón, los últimos son los que consiguen la misma velocidad con el mínimo esfuerzo y esa relación aumenta conforme mayor es el viento o la velocidad. En las artes marciales también se trata sacar provecho de esta idea. Trasladalo a la oficina. ¿Quieres ser el ganso que vuela en primer lugar en la formación - si tiene mucha fuerza podrá mantener la posición durante varios minutos hasta caer agotado - o permanecer cómodamente en una segunda, tercera o x posición, sin agotarte, pero bien situado, a la misma velocidad que el resto del grupo?. Los grandes campeones ciclistas son maestros en este arte, algunos sólo son primeros en el último metro de la etapa, otros ni siquiera (por ejemplo, Indurain prefería conceder la victoria de etapa y con ello crear grandes alianzas, aprovechando la diversidad de metas entre sus rivales, al mismo tiempo que conseguía lo que buscaba: marcar el mismo tiempo que el ganador).


En definitiva, el baikido y el aikido te pueden ayudar en tu vida cotidiana. La próxima vez que estés es una estúpida discusión en el trabajo,  en casa o en cualquier otra situación, imagina que vistes un aikidogi o un maillot ciclista y que bajo tus pies tienes un tatami o unos pedales, céntrate y busca el equilibrio. Tienes un gran número de opciones para resolver el conflicto. Si no lo consigues mediante la imaginación, ve al armario y vístete con esas prendas o las que quieras, siempre podrás irte un rato al gimnasio o a dar un paseo en bici.

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